Edificio en "One Independence Square" en Beirut
Edificio en "One Independence Square" en Beirut
Beirut, la capital de Oriente Medio, ciudad de credos y culturas con una gran herencia histórica y mediterránea que intermedia entre Oriente y Occidente.
El “Grand Axis”, en una posición central, queda rodeado por edificios de corte moderno de estilo internacional de arquitecturas diversas, aunque susceptibles de pertenecer a un mundo global. Algunos de estos edificios de muy buena arquitectura, edificios históricos y complementarios como la Gran Mezquita o la catedral Saint George, y frente a este paisaje próximo, las ruinas de la ciudad romana, la emblemática y simbólica Plaza de los Mártires, el puerto marítimo y el mar. Todo ello completa el escenario de la intervención.
El nuevo edificio, orientado al norte, por su situación en este escenario y fondo del salón urbano, de una dimensión de 40 m x 20 m, ocupa una posición central por lo que debe representar un ejemplo de la regeneración de Beirut, una ciudad castigada, y debe hacerlo ya desde el origen de su concepción proyectual.
Y si ésta es la condición ambiental del paisaje cercano, la condición física es la existencia de 7 plantas subterráneas destinadas a aparcamiento, logística con los núcleos de comunicación predeterminados, un gran muro de contención y carga perimetral y una desordenada estructura interior.
El programa: un nivel de acceso al edificio, actividad comercial y cívica, desencoche y acceso al aparcamiento. En las plantas superiores, un conjunto de 8 plantas destinadas a oficinas y banco y, finalmente, un nivel de terraza superior, espacio polivalente y mirador.
Todo ello, historia, paisaje, preexistencias, programa, con una volumetría de 7.600m² construidos, geometría y la luz de este lugar del Mediterráneo han de ser las condiciones que den vida al nuevo edificio.
Y así nace la primera idea desde la abstracción y la sintaxis. Construir una estructura de muros y pilares de hormigón apoyándose en el muro perimetral, que se levantan hasta los 40 m de altura, de la que se suspende el edificio en acero y vidrio, que alberga el programa de oficinas, haciendo trabajar su estructura a tracción mediante barras de acero capaces de soportar cargas cinco veces superiores a la resistencia de los perfiles laminados en caliente.
Al final de la intervención el esqueleto estructural se manifiesta como la expresión formal aunando los conceptos de lugar, programa, construcción y materialidad.