Hotel Seventy en la calle Córcega de Barcelona
Hotel Seventy en la calle Córcega de Barcelona
El edificio se encuentra en un solar entre medianeras, con fachada principal en la calle Córcega. Integra un edificio de grandes dimensiones dentro del tejido urbano del Eixample. Para conseguirlo hemos planteado tres tipos de fachada diferentes que responden a diferentes condicionantes de su entorno más inmediato: la fachada a la calle Córcega, la fachada al interior de isla y las fachadas de los patios del hotel.
La fachada se deshoja en dos planos, uno de vidrio y otro cerámico.
En la fachada principal, las aberturas vuelan respecto al plano de fachada mediante unas cajas de latón, creando un juego de luz y sombra que reduce el efecto pantalla del edificio, consiguiendo una mejor proporción a escala de ciudad. En la misma línea las dos grandes galerías recuerdan el "skyline" de la antigua fábrica Bayer.
Por la noche estas cajas se iluminan, consiguiendo el efecto que las cajas floten sobre un lienzo negro. De modo que estos mecanismos ayudan a fraccionar la visión longitudinal de la fachada, que ocupa casi la totalidad de la manzana.
En planta baja, la estructura de pórticos metálicos de doble altura, ayuda a construir un basamento que busca la visión del jardín interior y da presencia al edificio. La fachada aquí se plantea a la inversa, ésta vez con el vidrio reculado, consiguiendo hasta 1m de profundidad des del basamento hasta su coronación.
Es una fachada que reconoce sus visuales en escorzo y surge de esta condición con la máxima ventaja posible, construyendo una fachada con grosor, con sombras, que desde su complejidad en este caso permite simplificarse para integrarse en el entorno.
La fachada posterior, con carpinterías igualmente situadas en el plano interior, genera un juego de vacíos y agrupa en una sola apertura las dos primeras plantas, para obtener mayor verticalidad.
Los patios interiores del hotel adquieren una relevancia especial y no solo ofrecen ventilación a algunas habitaciones más sencillas, sino que se abren a los corredores de distribución interior. Para resolver la posibilidad de interferencia de visuales entre corredores y habitaciones, se ha construido una piel de tubos metálicos verticales en forma de diamante que a modo de grandes cortinajes resuelve este problema.
De noche, unas líneas de leds ocultas retroiluminan los tubos ofreciendo una imagen de suspensión del elemento metálico ligero por delante de su cerramiento o fachadas del patio.
Uno de los principales retos ha sido la industrialización de toda la solución constructiva.
Se trata de una fachada ventilada muy libera construida a partir de grandes módulos de casi 5x3 metros que venían totalmente acabados del taller. Esta solución ha tenido muchas ventajas, entre ellas un control absoluto en su acabado y mayor rapidez de montaje.
El hecho de minimizar el número de diferentes materiales (panel cerámico negro, vidrio y estructura forrada con latón) ha permitido simplificar no solo su solución formal, sino también su construcción.
EXPOSICIONES
Exposición de maquetas 'SENSE ESCALA' en la ETSAB. (26.04.22)