Casa Pineda

Casa Pineda

Ante el reto de construir una vivienda unifamiliar en un terreno largo y estrecho y con un desnivel de más de 22 metros iniciamos el proceso proyectual tratando de entender las necesidades de sus habitantes.

La casa es para una familia proveniente del extranjero, él, un guionista de cine noruego y ella, una antropóloga mexicana especializada en primates. Ambos nos plantean desde un inicio la necesidad de recibir durante todo el año a familiares y amigos venidos de todo el mundo. El doble objetivo de no densificar excesivamente el volumen total y de distribuirlo en dos partes a lo largo de la parcela nos permite fragmentar el volumen y también otorgar privacidad y autonomía al pabellón de invitados.

Por tanto, la pendiente, inicialmente planteada como un reto sirve para dividir la casa en dos volúmenes, uno dedicado al pabellón de invitados, al taller de manualidades y al garaje en la parte inferior del terreno (carrer Montclar) y el núcleo de vivienda principal en la parte superior (carrer Palafolls). Una escalera serpenteante con más de 120 peldaños sirve de conexión y médula espinal entre los dos extremos del solar.

El volumen principal, ante el reto de conseguir las mejores vistas, pero al tiempo conservar la intimidad sobre las casas colindantes, se plantea como un elemento sólido en el que se producen diferentes escisiones. En cada caso se estudian las aberturas buscando vistas y luz natural. La abertura principal, con vistas al horizonte lejano hacia el Sur Oeste se plantea como una gran ventana cambiante en la que a lo largo del día, así como en las diferentes estaciones, el grado de protección solar puede variar.

Toda la intervención se construye en hormigón visto, con la aplicación de una veladura blanca. En el interior se plantean acabados austeros utilizando la pieza catalana cerámica para los pavimentos.

Casa Pineda se erige sin ningún elemento de PVC en la construcción y sus instalaciones del edificio se plantean bajo estrictos criterios de sostenibilidad, reduciendo el consumo eléctrico a mínimos, muy por debajo de los estándares para una vivienda unifamiliar de esta superficie. Asimismo los volúmenes se posicionan intentando respetar, el máximo posible, la vegetación existente, entre la que hay que destacar dos grandes pinos, dos higueras y un ciprés.