Casa Tagomago
Casa Tagomago
La casa se sitúa en la zona noreste de la isla de Ibiza, al norte del término municipal de Santa Eulalia, en un entorno de paisaje mediterráneo de pinos y sabinas, frente al mar y la isla de Tagomago, en un terreno con ligera pendiente hacia el acantilado. Debido a su utilización como casa de vacaciones se propuso una organización dependiente de un núcleo de vivienda principal y otras piezas o pequeños pabellones autónomos. Esto permite un uso progresivo y flexible según el número de habitantes. La articulación de la vivienda a través de un eje longitudinal nos ofrece piezas aisladas perfectamente orientadas que pueden ser independientes.
El proyecto crece a la manera de las construcciones rurales, por adición de diferentes piezas y estancias dando una gran importancia a los recorridos espaciales y ambientales entre estos volúmenes de piedra blanca de marés frente al sol y la luz mediterránea. Se consigue así una ambientación que recuerda la arquitectura árabe y del sur del Mediterráneo, ofreciendo al tiempo un clímax reposado y sereno casi propio de una construcción monástica. A ello también contribuye la utilización de dos materiales en estado puro, no sujetos a manipulación: piedra de marés y hormigón blanco lavado “in situ”. La ausencia de ajardinamiento, conservando o restituyendo el paisaje natural cercano a la edificación, potencia la imagen subliminal de la intervención.
El programa permite una flexibilidad de usos y de utilización de elementos constructivos tradicionales como son el hormigón, la piedra y la madera.
Esta organización, compuesta por piezas autónomas y aisladas, permite crear una serie de espacios abiertos, patios, porches, terrazas, que establecen límites imprecisos entre el interior y el exterior.
La sala de estar se abre hacia una gran terraza de madera que actúa de espacio de relación común al aire libre. Una gran marquesina de hormigón armado a modo de porche, junto a la piscina, de color blanco como la piedra, forman parte de este espacio exterior.
Junto a las dependencias principales se encuentran los cuatro pequeños pabellones para los hijos, pensados para que puedan adaptarse en un futuro, si los miembros de la familia aumentan.
Por último, la habitación de invitados sobre la que hay una terraza solárium.
Los sistemas constructivos se han simplificado al máximo. Los materiales utilizados son pocos y en lo posible propios de las islas: fachadas y muros de piedra, forjados tradicionales mediante vigas de hormigón y bovedillas cerámicas; las carpinterías son de madera y los pavimentos de piedra, hormigón y madera en el exterior.
A pesar de utilizar materiales tradicionales, el sistema constructivo es completamente contemporáneo, ya que se ha utilizado un muro de carga interior, de bloque de hormigón impermeabilizado en el exterior con una cámara de aire con aislamiento térmico, y una piel exterior de bloque de piedra tradicional de 15x40x80 cm., autoportante y anclada en pared resistente con flejes de acero inoxidable. Asimismo la piedra se ha hidrofugado para evitar el paso del agua, debido a la gran porosidad.